COVID19, la Pandemia que los Humanos Provocaron

La ciencia ya está cerca del origen del virus SARS-CoV-2 o COVID19, así denominado por ser parte de la familia de los coronavirus y haber surgido el año 2019. Los recientes resultados científicos descartan totalmente que se haya debido a una manipulación genética, pero sí respaldan que sea el fruto de un cocktail de hechos producidos en un ambiente de «promiscuidad viral» que se dan en los mercados de animales vivos en el Sudeste Asiático.

El sitio NatureMedicine publicó el 17 de marzo de 2020 el artículo: Andersen, K.G., Rambaut, A., Lipkin, W.I. et al. The proximal origin of SARS-CoV-2. Nat Med 26, 450–452 (2020), el cual se puede descargar desde este vínculo.

Sus conclusiones son muy interesantes y ayudan a orientar el entendimiento del origen de la pandemia del COVID19.

  1. No hubo manipulación genética.
  2. Es de origen animal.
  3. El virus tiene una similitud genética con el SARS-CoV-1 y el MERS-CoV, pero su historial evolutivo se bifurcó con anterioridad.
  4. Tiene similitud genética con virus encontrados en murciélagos y pangolines malayos, pero no es más que eso.

El sitio web TheConversation también publicó un artículo basado en la publicación anterior, ahí detalla que las posibilidades son dos:

  1. Existió una evolución por selección natural en un huésped animal para luego, y bajo condiciones específicas, saltar a los humanos recientemente y activar la pandemia.
  2. Selección natural y salto a humanos se haya producido hace mucho tiempo y en el intertanto el virus convivió en un estado asintomático en el huésped.

La pregunta es ¿importa ahora cuál es la respuesta verdadera?. La verdad es que no mucho. Quizás a la ciencia sí, obviamente para conocer la trazabilidad completa de esta evolución.

Pero el problema es mucho más profundo. Y se debe a que los humanos generamos las condiciones para que esto ocurra. Y acá el artículo no deja el derecho a la duda, esas condiciones son lugares de contacto estrecho entre distintas especies de animales vivas que interactúan con la frecuencia necesaria, es decir, los mercados de animales del Sudeste Asiático.

Este resultado es clave, porque nos está diciendo que en la medida que este tipo de forma de alimentación no cambie, la probabilidad de tener otra pandemia es muy alta. De hecho estuvimos muy cerca el año 2002 con el SARS-CoV-1 y el 2012 con el MERS-CoV. En dichas oportunidades la ciencia pudo detener el desastre global, resultado que no ocurrió 8 años después, o ahora, con el COVID19 o SARS-CoV-2.

La pregunta que surge de inmediato es ¿será posible cambiar la cultura de esos países y eliminar los mercados de animales vivos?. No cabe duda que ello es en extremo difícil. Se trata de culturas milenarias y que representan una de las zonas de mayor crecimiento demográfico del planeta, entonces, ¿cuál sería el método alternativo de alimentación?

Muchos aseguran que el mayor problema que afecta al planeta entero y a la humanidad en su conjunto es la sobre población, y en consecuencia, el enorme desafío de cómo alimentar a tanta gente. Esta alarma la ha estado comunicando la ONU hace años y algunos detalles se pueden encontrar en este artículo de LaVanguardia.

En el resto del mundo existen muchas situaciones que generan condiciones similares a las del Mercado de Wuhan. Chile por ejemplo está destruyendo los fiordos más prístinos del planeta autorizando granjas de crianza de salmones, y junto con ello, la producción industrial de pollos, vacuno, pavos y cerdos. Todos ellos en condiciones similares a las que la ciencia identifica en el caso de la pandemia COVID19.

En definitiva, la humanidad ya no tiene muchas posibilidades, debe revertir el crecimiento explosivo de la población ahora y de manera estructural, y junto con ello, recuperar la mayor cantidad de ecosistemas, conservarlos y hacerlos parte de nuestra vida cotidiana. En ese contexto, avanzar a formas sustentables y sanas de alimentación, donde la fórmula básica es lo natural. Todo lo que difiera de esa premisa aumenta el riesgo a generar otro colapso global. Y ante los duros antecedentes expuestos, la alternativa a no transitar por esta senda es definitivamente la extinción.

Como nota al margen, cabe destacar que la ciudadanía chilena debería estar en pie de guerra por las recientes autorizaciones que el SAG ha dado para autorizar la introducción de transgénicos en el país. Al igual que el foco del Mercado de Wuhan, este hecho podría abrir infinitas nuevas aristas que amenazan la salud humana y eventualmente, nuevas crisis inimaginables hoy en día.

En mi cuenta Tweeter realicé una encuesta para investigar las opciones que visualizaban las personas respecto del origen de la pandemia. Acá su resultado.